Como la Reina se engalana para recibir al Rey el corazón en júbilo debe estar preparado para que el Rey descanse en Él. Vestirse de inocencia, alegría humildad y obediencia…
Hijas, me agrada el alma que me reconoce como Rey, que me adora y da gracias a mi que soy su Creador, su Padre y los amo, son almas que recurren a bondades inimaginables sin pretenderlo, por amor está contemplando la Fuente viva y se nutre de ella como si se bañase en un río lleno de torrentes de agua viva. Quién vive justo a mi, fundado en mi voluntad, nada teme, nada anhela sino únicamente al mismo Dios.
Las almas que viven en mi querer, son mi mayor alegría ellas procuran durante el día todo bien, viven pendientes de mi y piensan en cómo agradarme. No hay espacio para ellas, hasta su descanso me lo ofrecen para tomar fuerzas y seguir sirviéndome.
Díganme ustedes hijas mías ¿No voy a colmar a estas almas de mi alegría inifinita?.