Los jóvenes vivimos tan ocupados viviendo según las reglas que nos dicta el mundo, con una prisa que nos llena de estrés, dudas e inquietudes. Buscamos sentirnos siempre queridos y aceptados por todos, y en muy pocas ocasiones nos atrevemos a hacer un alto para buscar respuestas y reflexionar, pero sobretodo discernir el ¿Para qué estamos aquí? Viviendo en esta época, entre sombras y luces. El Papa Francisco nos ha recordado ya en muchas ocasiones que no debemos balconear la vida y debemos salir de nuestra zona de confort. Creo que lo que nos intenta decir para que penetre en lo más profundo de nuestro corazón es que: ¡Dios está enamorado de nosotros! Y la decisión que tomemos frente a este llamado de amor dependerá nuestro no solo nuestro futuro sino la historia de la humanidad.

He terminado de leer el libro del Padre Eliecer Salesman sobre la vocación y lo que más me ha impactado es: ¡La Juventud no se hizo para el placer, sino para el heroísmo!”. El autor señala la importancia de elegir de conformidad al plan de Dios y resalta lo siguiente: “Muchos fracasan al momento de elegir porque eligen mal, ya sea porque nos dejamos llevar por nuestros impulsos, porque buscamos siempre el bien propio o porque muchas veces escuchamos malos consejos de terceras personas y así vamos por la vida buscando la felicidad en cosas vanas que pronto llegan a su fin… En el viaje de la vida muchos van en un tren que no es el propio: Es el tren de los descontentos; todos protestan, todos se quejan de todo: Los esposos de sus esposas, los padres de sus hijos, los hijos de sus padres, los profesionales de sus clientes, los ciudadanos de su gobierno(…) Muchos se quejan, ¡Porque entraron no en el tren que debían!”. Este libro es una pequeña guía para aquellos jóvenes que aman a Dios y piensan que han venido al mundo por algo más importante que amontonar dinero y gozar de los placeres que solamente dejan desilusiones, ayudará también mucho a los que desean hacer el bien, el mayor bien posible, no importa donde, si es donde Dios quiere siempre para servir mejor hasta que nos caigan los brazos del cansancio, confiando plenamente en Él.
En mi comunidad he aprendido que nuestro principio y fundamento consiste en amar y dar Gloria y alabanza a Dios, solo así salvaré mi alma y ayudaré a salvar a muchos. En mi poquita experiencia puedo concluir que Él, es el único que me conoce más de lo que yo me he llegado a conocer, me muestra el camino de la verdadera felicidad y enviando a su Hijo Amado demostró cuánto me ama. El Padre Dios que conocí en Jarcia es muy distinto al que el mundo presenta: un dios ajeno, que impone y condena, no, no es así, nuestro Dios es un Dios, muy cercano, que no nos impone nada, más bien nos da la libertad, como un Papá lleno de amor y misericordia por sus hijitos.
Puedes desde hoy empezar con una plena disposición del corazón diciendo: “Aquí estoy Señor, pídeme lo que quieras”, con la convicción de que la voluntad de Dios siempre será la mejor y será la que nos lleve a la felicidad verdadera y eterna.
Los ojos de nuestro Señor Jesucristo se han fijado en nosotros desde la eternidad, no tengas miedo de responderle, para que en un momento puedas decir como lo dijo la Virgen María, llena del Espíritu Santo: “Hágase en mi lo que Él quiera”. Con su Sí ayudó a salvar el mundo. ¡Imagínate con nuestro Sí las maravillosas obras que hará el Señor!!!
Pienso que vivimos tiempos difíciles y por lo mismo rezo para que se levante una gran generación de jóvenes valientes, que, como los primeros cristianos se jueguen la vida por un ideal mayor. Con los pies bien firmes en la tierra pero los ojos puestos en el Cielo, nuestro destino, donde nos aguarda quien tanto nos ama y lo conoceremos cómo Él nos conoce.

¡Haz la prueba, verás que bueno es el Señor y descubre tu vocación como un regalo de amor que te envía el Padre Dios!
Con cariño fraternal
Melissa K. Torres Paredes
@m_licita12
@cdvjarcia