Dios me llamó para servir.
6 de Agosto del dos mil diecisiete.
Fue hace 9 años que inicié esta aventura de amar y servir a Dios, de tomar las maletas y emprender un nuevo viaje a la felicidad que es Dios. Me hablaron de 5 sueños de mar que tiene la Comunidad Misionera Jarcia y uno de ellos son las comunidades de vida, estaba el proyecto en hojas solo faltaba hacerlo realidad.
Sentí la llamada del Señor como aquella canción que me gusta “Siento tu llamada me seduces ¡oh Señor este Don lo acepto con amor!…”, acepté este camino con mucho amor con una entrega total. O como el pacto de amor que está en el libro de la espiritualidad de la Comunidad, Jarcia me enseñó a conocerte y amarte Jesús amigo. Este amigo transformó mi vida, me hizo ver que Dios ha sido tan misericordioso conmigo, que su corazón no tiene medida de amor y que lo da todo.
Han sido muchas alegrías, emociones, felicidades pero también me ha llevado al desierto, a experimentar muchas pruebas, y no tan fáciles pero nada imposible para Él, que sabe hacer nuevas todas las cosas, me dice: “Confía, estás aquí porque yo te he elegido y tus problemas son mis problemas, solo confía”.
No tengo palabras para agradecer tanto amor, me ama tanto que me ha regalado hermanas, amigos, familia me ha dado su corazón a través de la Eucaristía, de la visita al Santísimo me perdona cada vez que estoy en el confesionario, está allí siempre.
Gracias Señor por estos años de entrega donde me has demostrado que sin ti nada soy, que solo tú bastas para caminar que dónde estás debe estar mi corazón, porque tú eres mi tesoro, y sin ti no puedo avanzar, ni ser Santa.
Mayra Astudillo Espinoza
Laica consagrada
Comunidad de Vida de Jarcia