Nuestra misión está cimentada en tres pilares fundamentales:
Vida de oración
De esta fuente de agua viva, tomamos nuestras fuerzas para servir mejor. Conscientes de que sin oración o vida de piedad, no hay evangelización. Solo una evangelización fecunda es posible a partir de la contemplación. Todo lo demás es activismo vacío.
Vida comunitaria
“¡Mirad cómo se aman! Mirad cómo están dispuestos a morir el uno por el otro (Tertuliano, siglo II)
No hemos nacido para vivir aisladas. Necesitamos del otro y el otro nos necesita. En la vida comunitaria, se cumple el sueño de Cristo, aunque nos cueste todo, aunque nos cueste la vida: “Que todos sean uno Padre, como tú y yo lo somos”.
Apostolados
En estos tiempos de secularismo globalizado, el mundo nos necesita. Somos una respuesta para restaurar la cultura y la dignidad humana, perdida a causa del olvido de Dios. El Servicio a la Iglesia y a la sociedad lo llevamos a cabo en tres áreas: Social, espiritual y humana.





