La última cuaresma de nuestras vidas.

Cuaresma es una palabra que significa cuarenta.  En estos cuarenta días la Iglesia revive el significado que tuvo para los padres de Israel su peregrinación hacia la tierra prometida.  También Jesús quiso experimentar personalmente el significado de los cuarenta años en el desierto, inaugurando su misión mesiánica con una instancia de cuarenta días.  Para la Iglesia, este periodo significa un camino de desierto y austeridad para llegar por medio de la penitencia a la verdadera libertad de la Pascua definitiva (Liturgia de las Horas , 2021).

 El sentido de nuestra cuaresma, de la cuaresma de la consagrada está enraizado en Cristo, el Esposo que viene, este tiempo nos recuerda y aterriza en donde está nuestro corazón verdaderamente, si en los afectos desordenados, en el apego a los bienes, a la familia, a los amigos, al éxito o deseo fuera de la voluntad de Dios o si tenemos nuestras privaciones, mortificaciones, anhelos y sacrificios, con la mirada puesta en el Crucificado, que muere de amor por mí y por la humanidad.

Este tiempo, es el idóneo para profundizar en nuestro llamado, Jesús nos eligió porque él quiso, para que permaneciéramos con Él. Por esto, al iniciar esta cuaresma, tiempo de gracia y de purificación, meditamos en el llamado a vivir en intimidad con él, solo ahí se descubre la perfecta alegría del ayuno, del sentido de la vida y de la entrega gozosa y sin medida a los hermanos.

Los hipócritas que denuncia Jesús en el Evangelio, son aquellos que no entendieron el mensaje de la redención que nos salva, que no profundizaron en la Palabra y que solo vivieron desde lo superfluo sin descubrir la plenitud de estar cerca de Jesús.

Los santos, por el contrario, nos explicarán con su vida el Misterio que los sobrepasó.  Santa Clara dirá: “Lo amargo se me volvió dulce”.  San Francisco Xavier en su misión exclamará: “Basta Señor, que me vas a matar de la alegría”. 

Es por esto que, nuestro plan de vida, está basado en la misión del soldado, nuestro objetivo será, salvar el mayor número de almas posibles, viviendo este tiempo en intimidad con Dios, en formación y lectura espiritual, y en la práctica de sacrificios, que nos lleven a amar verdaderamente a quienes tengo en casa y en obras de misericordia a los más necesitados, que nos recuerden que nuestro destino, no está aquí, sino en el Cielo, solo así podremos hacer esta Cuaresma 2021 memorable.

Compromiso:  Viviré en plenitud esta cuaresma, como si fuera la última de mi vida.

Con afecto fraternal.

Cristina.

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