Compartimos con ustedes una pequeña meditación del evangelio de hoy. ¡Feliz Adviento!
Señor, dame tu Bondad para amarte y a amar a mis hermanos como tú los amas, no con un amor farisaico, de cumpli-miento, que finge amar y por dentro juzga, murmura y calcula, midiendo a qué hora tropieza el otro.
Hoy queremos amar, pero primero será necesario, acudir a la fuente del Amor y de nuestra eterna alegría, redescubrir la certeza de que somos amados, para transformar cualquier tristeza pasajera en canto y alabanza.
¡No queremos retrasar el Reino de Dios! ¡Ven a reinar Señor!, reina primero en nuestro corazón, en nuestra mente, en nuestro hogar, en nuestra misión.
Reina y ocupa el primer puesto Señor, llenando de alegría nuestros días, que son tuyos Señor.
Ya no queremos poseerte, ni condicionarte, ni controlarte. Queremos que tú nos poseas, que venga tu Reino Señor. Porque sabemos que todo lo que haces, lo haces por la autoridad que te da ser Hijo del Dios de Amor y ternura al que también llamamos Abbá.
Con afecto fraternal,
Cristina.