¿Por qué discernir?.

(…)Y él, mirándolo fijamente y atemorizado, dijo: «¿Qué pasa, Señor?». Y le dijo: «Tus oraciones y tus limosnas han subido a la presencia de Dios, que se ha acordado de ti.»
Hechos, 10, 4.

Sin duda alguna el discernimiento es una hermosa experiencia con Dios, cada meditación tiene un sin números de reflexiones que sólo el Señor sabe traerlas a tu memoria en cada ejercicio. He sentido como entrar a un gimnasio del alma para fortalecerla, y todo esto, en absoluto silencio, un tiempo único entre tú y Dios.

Por mi parte, he podido constatar que los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola son completamente «mágicos», en ellos pude contemplar desde lo más mínimo hasta lo más grande que Dios anhela para mi vida, me hizo poner los pies en la tierra y la mirada fija en el Cielo.

Concluí que Dios constantemente nos está llamando el Señor, escribo esto para insistir en que todo cristiano debe vivir estos ejercicios, considero que el Papa debe declararlos como un patrimonio de la iglesia católica, ¡Porque para muchos que los hemos vivido lo son y han dado tantos santos a la humanidadjoven-caminando-con-jesus-400x321!.

Desde aquella experiencia, que pienso volver a vivir, le pregunto todos los días a Jesús ¿Qué quieres qué haga por ti?.  Ahora, en mi comunidad misionera Jarcia, sé que todo lo que hago lo hago para la Mayor Gloria de Dios y salvación de mi alma.

 

 

Ojalá muchos jóvenes se arriesguen a vivir profundamente los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola y busquen como él lo busco en su vida, amar y servir mejor.

Con amor fraterno.

Carlos Daniel Chávez Espinoza

Miembro novato de la

Comunidad Misionera Jarcia

@mcgorrasecu_

 

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