Hoy hemos cantado en la Santa Misa una canción que me ha llenado de mucha ilusión, por un lado creo que voy madurando un poquito, ya que al inicio de mi conversión lloraba inclusive ¡Hasta en la monición de entrada!. No sé como San Ignacio llame a esto, creo que lo llama estado de consolación o buen espíritu, en fin, me he conmovido mucho en dos momentos hoy:

En el momento de la comunión y en el canto final que le cantamos a la Virgen. Quiera mi ángel de la guarda susurrarme siempre al oído aquel estribillo que he escuchado hoy y que ha hecho ilusionarme con una alegría siempre nueva. Si se lo pedimos a diario también se conmoverá muchísimo, estoy segura y nos lo concederá : ¡Un día al Cielo iré y la contemplaré!.
